Puerto Colombia, Atlántico – En un acto de violencia sin precedentes, la mañana de este viernes la Sijin llevó los cuerpos de Rafael Julio Vega Cuello, Ronald Iván Vega Daza y Ray Vega Daza a Medicina Legal. Los tres integrantes de una familia fueron asesinados a tiros en su vivienda, ubicada en un conjunto residencial de la urbanización Villa Campestre, en el municipio de Puerto Colombia.
La inspección de los cuerpos, llevada a cabo por la Sijin, se prolongó más de lo habitual debido a la minuciosa recolección de pruebas en el lugar del crimen. Esta mañana, los cuerpos de las víctimas de esta masacre, la séptima en el departamento del Atlántico este año, fueron trasladados para los correspondientes análisis forenses.
Los cadáveres del padre y sus dos hijos quedaron tendidos en la puerta de su vivienda, testigos mudos de un acto de violencia inexplicable. Según informes de inteligencia, los sicarios no ingresaron al conjunto residencial, sino que desde el techo de un local contiguo en un centro comercial cercano, abrieron fuego contra sus víctimas.
De acuerdo con la información oficial proporcionada por la Sijin, dos sicarios subieron al techo del local y dispararon contra las víctimas. El informe policial revela que Ray Vega fue brutalmente acribillado con un total de 16 balazos, nueve de ellos en el brazo izquierdo, uno en el pecho, otro en una de sus piernas, uno en el antebrazo derecho, tres en el abdomen y uno en la axila derecha.
Por su parte, Ronald Vega recibió nueve impactos de bala, tres en el rostro, dos en el antebrazo derecho, uno en el antebrazo izquierdo, uno en el pecho y dos más en el abdomen. Rafael Julio Vega, el padre de la familia, fue alcanzado por siete disparos, uno en el cuello, tres en uno de sus oídos, dos en la cabeza región occipital y uno en su antebrazo.
Resulta llamativo el número de balas que impactaron el brazo de Ray, lo que lleva a los investigadores a suponer que intentó protegerse de los ráfagas de fusil utilizando ese miembro superior. Por la posición en que quedaron los cuerpos, parece evidente que ninguno de ellos tuvo tiempo de huir. El único intento de escape habría sido realizado por Roberto Carlos Vega Daza, quien solo logró recibir un disparo en una de sus piernas.
Los sicarios, tras consumar su objetivo, huyeron precipitadamente desde el techo y abandonaron dos fusiles en el lugar. Además, la Policía encontró una granada de fragmentación cerca de los cuerpos, la cual no llegó a detonar y se presume que fue arrojada por los perpetradores.
Las autoridades se encuentran realizando una exhaustiva investigación para dar con los responsables de este atroz crimen y determinar los motivos detrás de este acto de violencia sin sentido. La comunidad de Puerto Colombia se encuentra consternada y exige respuestas a las autoridades para brindar
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