Nazaré, una famosa localidad costera de Portugal conocida por sus imponentes acantilados, fue escenario de una tragedia el pasado fin de semana. Domik Loyen, un entusiasta alemán del salto BASE, perdió la vida a los 50 años después de lanzarse desde un acantilado y sufrir un fallo en el funcionamiento de su paracaídas.
El accidente ocurrió durante una jornada de práctica de este arriesgado deporte extremo, en el que los saltadores se lanzan desde lugares elevados y abren sus paracaídas en el último momento para frenar su caída. Lamentablemente, en el caso de Loyen, algo salió mal y su paracaídas no se abrió correctamente, lo que resultó en un impacto fatal contra el suelo.
El trágico suceso conmocionó a la comunidad local y a la comunidad internacional de los deportes de aventura.
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