FABRICA DE ASESINOS EN AMERICA

Por EDWIN DORIA

En principio, en mi ignorancia, pensaba, que trataba se de una Escuela con fines altruistas, que, en ella, se impartía educación o formación identidaria, cultural y de pensamiento para el análisis crítico, y que el aprendizaje adquirido tenía propósito de utilidad social y compromisos colectivos para la emancipación y la solidaridad entre hermanos mestizos, pueblos originarios y descendientes afroamericanos para la unidad e independencia latinoamericana.

Más lejos no podía estar de la realidad. Al escuchar voces opositoras a la Escuela, pensé que algo andaba mal. Finalmente comprendí, que la realidad es distante de lo imaginable o deseable. Existe un refrán que dice: Por sus obras los conoceréis.

Cómo no hubo manera de conocerla por dentro, porque fue cerrada oficialmente, el 15 de diciembre, del año 2000. Hasta el 1 de julio de 1999 había graduado a más de 125.000 alumnos. Al igual que yo, es muy probable, que muchos de sus críticos y opositores, tampoco la conocieran por dentro. Más, sin embargo, la formación que ahí se impartían y las prácticas que allí se adoctrinaban, si sé sabían. La aplicación del conocimiento y práctica adquirida en esa institución, habla por si sola.

Ciento de miles de vidas en el Sur y Centroamérica sufrieron y aún sufren, en carne propia, el rigor de los escuadrones de la muerte, los métodos de tortura física o técnicas de coacción que incluyen: amenazas, miedo y dolor, utilizando materiales médicos, químicos o eléctricos para la tortura, persecución, desapariciones, encarcelamiento, silenciamiento, secuestro de niños y niñas, hijos de mujeres asesinadas, para ser criados por familias de militares y policías. Métodos y técnicas aprendidos en Panamá y posteriormente en Georgia, por oficiales de los ejércitos latinoamericanos.

Muchos gobiernos en distintas latitudes del continente, fueron derrocados por golpes militares sangrientos, aplicados por escolantes adiestrados, como perros rabiosos para atacar a su propio pueblo, aplicando la Doctrina Militar del Enemigo Interno, aún vigente en Colombia, en el marco de lo que han denominado, Seguridad Nacional.

Desde la creación de la Escuela de las Américas, institución militar del ejército de los Estados Unidos, creada a mediados de 1949 en Panamá y cerrada en el año 2.000, fue una Fábrica de Asesinos, implicada en diversas violaciones de derechos humanos en contra de quienes se oponen al régimen capitalista, colonialista, imperialista y patriarcal.

No contentos con el cierre de la fábrica de asesinos, debido a la presión ejercida por organizaciones de derechos humanos, la Escuela de las Américas, fue reemplazada, el 17 de enero de 2001, por el Instituto de Defensa para la Cooperación de Seguridad Hemisférica, situada en Fort Benning en la localidad de Columbus (Georgia) Estados Unidos. La misma vaina con otro nombre y en otro lugar. Cómo decía mi abuela, son cucarachas del mismo calabazo.

En las décadas de los setenta y ochenta, sin desconocer lo actual, con la instauración de la Operación Cóndor, cuando las dictaduras latinoamericanas y los gobiernos antidemocráticos orquestadas por Estados Unidos, a través de la creación de un sistema conjunto de persecución y represión contra las oposiciones de izquierda, guerrillas, partidos de izquierda, grupos políticos, movimientos sociales, sindicalistas y, en general, todas las organizaciones que desarrollaban un trabajo de oposición contra los Gobiernos dictatoriales y antidemocráticos, sembraron el terror en Suramérica y Centroamérica, pero, de la Operación Cóndor, nos ocupamos más tarde.